lunes, 31 de agosto de 2009

Y el Plan Global de Desarrollo???

El rector de la Universidad, Moisés Wasserman, nos envió el pasado 12 de junio de 2009 un correo electrónico en el cual nos invitaba a discutir y construir el Plan Global de Desarrollo de la Universidad para el periodo 2010-2012. Estableció un cronograma de discusiones que nos llevarían, aparentemente, a la construcción de un Plan Global de manera incluyente y democrática… jajaja, cómo no!!! Y nosotros, que seguimos apostándole a los espacios que nos abren las directivas de la universidad, seguimos dándonos cuenta de que dichos espacios, lejos de ser decisorios e incluyentes, sirven solo para que la administración de la Universidad pueda jactarse y decirle al Ministro de Educación “vea como somos de democráticos en la Universidad Nacional”.

Sin embargo, compañeros y compañeras, otra es la realidad que vivimos. El documento que nos presentan como base para la “construcción” del Plan Global de Desarrollo es una falta de respeto para la comunidad universitaria. Y no estamos exagerando: ¡ES UNA FALTA DE RESPETO! Este documento no solo cuenta con errores gramaticales y ortográficos, sino que -además- tiene una serie de vacios conceptuales (Bienestar integral, integración, cobertura, acompañamiento) y una pobreza argumentativa y analítica que hace extrañar los estudios rigurosos propios de la Universidad Nacional. El diagnostico interno, el contexto nacional e internacional que se presenta no responde a la realidad de la Colombia que vivimos: no hay problemas de género, raza ni etnia, no hay millones de colombianos en situación de extrema pobreza, no hay un conflicto político y social interno… La concepción que se presenta en este documento es absolutamente elitista: Considera que el desarrollo del sector productivo es equivalente al desarrollo de la nación, y que por lo tanto, las relaciones sociales deben responder y ajustarse de manera competitiva a este sistema… vacas para el matadero...

En efecto, hay un “soporte lógico y coherente” para el Plan Global que nos presentan, pero en la medida en que este “soporte” es irreal, la visión de Universidad que se plantea no es coherente con sus fines misionales, y va necesariamente en contravía de las necesidades de la nación colombiana.
En cuanto a la propuesta concreta del Plan Global, es nuevamente evidente que el modelo de Universidad que se está construyendo va en detrimento de la calidad de los programas de pregrado y el carácter de la extensión solidaria de la UN, abogando por la multiplicación de los programas de posgrado y la extensión en investigación tecnológica y científica para la empresa privada. ¿Por qué? porque ello representa más ingresos para la Universidad. No nos cansamos de repetirlo: compañeras y compañeros ¡NOS ESTÁN PRIVATIZANDO LA UNIVERSIDAD!

La formación de excelencia está sustentada en la inversión en infraestructura y el apoyo a la investigación que aumenta los ingresos, sin embargo, no hay una propuesta que garantice la cobertura con calidad, el Bienestar Universitario ni el acompañamiento para los estudiantes. Se habla de “comunicación con la sociedad” como una venta de servicios… una mera transacción económica entre la universidad, la empresa privada y el Estado, y se da vía libre a la inserción al mercado educativo mundial. Finalmente, se establecen unos parámetros para la formación y el desarrollo integral de la comunidad universitaria, enmarcados en “un ambiente de libre pensamiento y afiliación, pero con un claro énfasis en lo real, lo verdadero, y en lo que tiene un sólido sustento moral”, delimitándonos el campo de pensamiento, estudio y acción bajo parámetros irrisorios que violan hasta la constitución política de Colombia.

La pregunta es entonces, compañeros y compañeras, ¿este es el modelo de desarrollo que deseamos? ¿Este es el país que queremos construir desde las aulas de clase, y en la interacción con la sociedad?

Una primera conclusión es que SOBRE ESTE DOCUMENTO NO SE PUEDE CONTRUIR UN PLAN DE TRABAJO. DEBE SER RE-PLANTEADA SU VISION DE NACIÓN Y DE UNIVERSIDAD, de modo que la universidad pública responda a las necesidades reales de la nación colombiana, y no a la demanda del mercado laboral internacional. La invitación es a informarse, a debatir, construir e incluirse en los procesos de transformación que vive la universidad desde los diversos de espacios que se dan en el campus universitario: la universidad no se construye únicamente en las aulas de clase. Es una invitación a no perder la capacidad crítica, argumentativa y propositiva que debe caracterizar a los estudiantes de la Universidad Nacional, para que esta siga siendo un grito de libertad.


Por: Grupo de trabajo Observatorio de Educación Superior

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