domingo, 7 de diciembre de 2008

TELEURIBIZACIÓN

Otra forma de ver el periodismo...

Intervencion del Macarenazoo, Conversatorio "Medios y criminalización del Movimiento Social"

El debate iniciado por Gina Parody en torno a la aparición de videos que según ella evidencian un plan de infiltración y adiestramiento militar en las Universidades por parte de la guerrilla, no es más que una estrategia para adecuar un panorama político y legal que castigue a diferentes formas de oposición y que además traslade elementos que deberían ser responsabilidad de políticas sociales al ámbito de la seguridad. Los análisis presentados por la congresista no van mas allá de ver la forma como hablan, como se paran, como forman; pero la presencia de grupos de encapuchados en la universidad es una realidad que merece ser analizada superando esa visión reduccionista de aludir al tipo de arengas que se gritan o ¿por qué se revindica la memoria de los comandantes guerrilleros Raúl Reyes e Iván Ríos? La información parcializada arrojada por medios como Caracol, RCN y el Tiempo es otra cuota de ese simplismo que desconoce o quiere desconocer las condiciones y los procesos históricos que ha vivido la universidad, en su lugar se arrojan una serie de informaciones ajustadas a una agenda estatal que maneja a su acomodo la coyuntura, brindándole o restándole actualidad a un determinado tema.
La presencia de encapuchados en la universidad volverá a ser noticia cuando algún sector cercano al gobierno actual quiera impulsar otra reforma referente a medidas de vigilancia en las universidades, o cuando quiera acallar un crimen perpetrado contra miembros de ésta, como ya se ha visto en ocasiones anteriores, el asesinato de algún estudiante lleva tras de sí una noticia referente al tipo de armas que utilizan los encapuchados en los enfrentamientos con la policía. Pero no es tan simple como decir que ocultar el rostro es una contradicción con la libertad de expresión que se pregona. Consignar la libertad de expresión en la Constitución política nacional no es suficiente para que se pueda afirmar que hay condiciones reales para que este derecho se pueda ejercer. Esta situación no parece comprenderla el concejal de Cambio Radical Felipe Ríos, quien se pone una capucha y encara al rector de la Universidad Distrital Carlos Ossa, preguntándole que si no se siente intimidado. Este recurso argumentativo carece de contexto con relación al día a día que se vive en una Universidad pública.El uso de la capucha es el resultado de que algunos sectores políticos y sociales vean en la clandestinidad un recurso para salvaguardar sus vidas y a la vez no renunciar al ejercicio de la protesta.
Hay quienes defienden sus ideas en el debate abierto, pero esto no significa que quienes prefieren ocultar su rostro tengan un estatus criminal, el sentido que se le puede dar a este fenómeno es que a lo largo de la historia, en pro de favorecer los intereses de particulares, se han ido reduciendo los espacios y condiciones para hacer oposición como fue el caso del exterminio de la Unión Patriótica de donde salieron algunos lideres guerrilleros, quienes después de esa experiencia visualizaron su lucha por fuera de la institucionalidad; en consecuencia el recurso del anonimato ha hecho réplicas en diferentes espacios, entre los que se encuentra la universidad. En algunos países de Sudamérica, el movimiento estudiantil comenzó su lucha demandando reformas académicas, autonomía y en general mejores condiciones para estudiantes y profesores. Posteriormente la Universidad, principalmente la pública, se fue sumergiendo cada vez mas en la vida política, lo cual llevó a que el movimiento estudiantil se comprometiera de forma progresiva con otros sectores sociales e incluso con muchos ideales revolucionarios inspirados en acontecimientos de impacto mundial como la revolución cubana. Colombia no fue la excepción a ese proceso, hecho que se convirtió en una piedra en el zapato para los gobiernos de turno y para los intereses económicos de las clases dominantes, razón por la cual la reacción no daba espera. La denominada doctrina de la seguridad nacional, impulsada desde Estados Unidos promulgó una ideología anticomunista y antisubversiva que se materializó en acciones cuyo fin era el exterminio de líderes y movimientos guerrilleros, indígenas, campesinos, obreros, estudiantiles, etc.
La Universidad por su parte seguía asumiendo un papel de oposición conforme a las condiciones históricas de la nación y del mundo. Esta realidad llevó a que los gobiernos implementaran medidas que buscaban la despolitización de la Universidad, como diría Frank Molano, acciones que van desde las persecuciones y asesinatos de los líderes estudiantiles hasta el cierre de espacios que propiciaran acciones de protesta. Por ejemplo el 16 de Mayo de 1984 durante una jornada de movilización la policía ingresó a las instalaciones de la sede en Bogotá de la Universidad Nacional dejando como resultado un gran número de estudiantes asesinados y heridos, el cierre indefinido de la Universidad y el allanamiento y clausura de las residencias universitarias por ser lugares proclives al desarrollo del debate y el accionar político. En los últimos años, el proceso de despolitización de la universidad no ha disminuido, los asesinatos y persecución a estudiantes siguen siendo una constante, la única diferencia es que el denominado "enemigo interno" ya no se combate bajo la figura de la antisubversión, sino que el Estado levanta la bandera de la "lucha contra el terrorismo", manifestada en Colombia con el nombre de Seguridad Democrática; impostándole a toda forma de oposición y protesta un carácter criminal.Siendo el "enemigo interno" aquél que vulnera el statu quo y la integridad de las instituciones, cada sector estatal toma partido de la situación pero no aluden a las causas esenciales. Los sectores cercanos al gobierno como los partidos uribistas ven en la presencia de los encapuchados un problema que se resuelve mediante la aplicación de políticas de seguridad justificando el ingreso de la fuerza pública a las universidades. Otros como el Alcalde Samuel Moreno, pertenecientes a un sector de centro-izquierda afirman que la presencia de encapuchados no debe estigmatizar a todos los estudiantes, dando a entender que si se puede estigmatizar a los que optaron por la clandestinidad.
Por último están quienes opinan que no hay ninguna ley que prohíba cubrirse el rostro, como si se pudiera reducir el anonimato a un problema meramente legislativo. El Estado en su totalidad es el promotor del proceso de despolitización de la Universidad, pues en el mejor de los casos reduce la política a un ámbito legal, siendo la ley en un gobierno como el actual modificable de acuerdo a intereses particulares. Tal como sucedió en días pasados cuando la Corte Suprema no pudo poner en cintura a todos los congresistas vinculados al paramilitarismo que dejaban su cargo al ser investigados para ser juzgados por la Fiscalía y no por la Corte con el ánimo de reducir sus penas. Es decir que si llega a triunfar el proyecto de ley impulsado por Gina Parody, que penaliza a los encapuchados, el argumento legal pierde total validez.
Mientras sigamos pensando que el problema es de legalidad y que las injusticias sociales, económicas y políticas se resuelven emitiendo un proyecto de ley que prohíba cubrir la identidad los problemas reales tenderán a agudizarse, pues son problemas que están ocultos por la máscara del oficialismo y que los medios de este mismo tipo se niegan a transmitir y además criminalizan a los medios alternativos que cubren esos múltiples espacios.

martes, 2 de diciembre de 2008

En un rinconcito de eltiempo.com

Debajo de toneladas de publicidad, explotación de la "mina noticiosa" que es DMG, y titulares de farándula y navidad; eltiempo.com cuenta un evento de la vida de nuestro querido ex-fiscal Piedrahita. Si, el mismo que quería solicitar la base de datos de cuanta universidad le oliera a izquierda.


El ex-fiscal de la unidad antiterrorismo de la fiscalía, que en una polémica solicitud había pedido las bases de datos de 5 universidades (Nacional, Distrital, Libre, SENA y Autónoma) quedó destituído la semana pasada por cuenta del escándalo público y el rechazo que generó la medida. Los medios masivos nacionales, en medio de un frenesí noticioso alrededor del señor Murcia, apenas si dedicaron algunos apartes a esta noticia, presentándola nuevamente desligada del difícil panorama de Derechos Humanos del estudiantado nacional, que nos legaron personajes como Iván Piedrahita con sus actuaciones, que encima de poner en la mira de los paras a los estudiantes, ahora estaba metiendo al baile a las ONG's internacionales interceptando sus correos electrónicos. Dos exhabruptos que se pasan de descarados en un país donde cada señalamiento oficial viene acompañado de una "amistosa cartica" de las águilas negras.

Noticias tan graves como estas, desafortunadamente hay que buscarlas con lupa en la prensa nacional, y no siempre se encuentran.

Si desea leer la noticia consulte: http://www.eltiempo.com/colombia/justicia/por-portar-arma-en-operativo-destituyen-a-ex-fiscal-que-ordeno-inspeccionar-datos-de-universidades_4700233-1
http://www.semana.com/noticias-justicia/destituyen-fiscal-investigaba-universitarios/118169.aspx

Si quieres leer nuestro análisis de la situación, puedes consultar el Boletín número 2 de noviembre en la barra lateral.