Otra forma de esclavitud moderna

Son mas de 10.000 trabajadores, corteros de caña en el Valle del Cauca quienes reclaman mejores condiciones laborales, 14 horas diarias sin receso de almuerzo y retribuciones monetarias de aproximadamente 5.000 pesos por tonelada de caña son algunos de los factores que impulsan una gran movilización.

Históricamente el corte de caña ha sido trabajo en su mayoría de la población negra y son ellos los que hoy reclaman mejores condiciones, desde la conquista, colonia y entrada la republica cientos de jornaleros o asalariados recorren las largas filas de cultivos, junto a sus machetes trabajan para los grandes ingenios exportadores de caña, etanol y demás derivados.

“no vemos a nuestros hijos ni sábado ni domingo, además nuestras empresas para evitar las responsabilidades nos metieron a las cooperativas y reemplazan a los hombres con maquinas constantemente” Dice Julio Cesar López uno de los corteros que están en huelga de hambre en el centro de la capital.

Ingenios propietarios de bastas zonas de cultivo son hoy en día los encargados de brindar trabajo a jóvenes y adultos del Valle, es aquí que las cooperativas y las nuevas formas de empleo juegan un papel importante, ya la contratación no es directa, lo que minimiza los beneficios y genera problemáticas tales como el no derecho de la sindicalización.

“Aquí en Bogotá nos están apoyando la CUT y otros sectores juveniles como la ACEU y la gente que se acerca y nos da aliento” afirma López, 5 corteros y un concejal de Palmira son la comitiva que por estos días visita altos mandos del gobierno en la capital, quienes no han generado propuestas para solucionar un paro que además le cuesta al país millones de pesos diarios, pero que le ha costado a sus trabajadores una vida en la llamada esclavitud moderna.

“estamos colaborando porque no creemos que esta forma de empleo sea digna para ningún colombiano, es triste ver como a pesar que ellos se han acercado a otros sectores que puedan colaborarles la respuesta no es positiva, los jóvenes no se interesan, ni mucho menos saben que hacer en estos casos, no se dan cuenta que muchos de los corteros son jóvenes como nosotros” Estudiante de la Universidad Distrital.

Por otro lado y agudizando la situación de seguridad de los trabajadores, los corteros de caña, como diferentes sectores sociales de oposición se han visto señalados por el mismo gobierno que no cumple las expectativas de una vida digna y no supera los ya viejos vicios de la señalización y desprestigio de sus detractores. “ahora como en todo viene a decir que por que no estamos de acuerdo somos de las FARC”

Las reinvidicaciones son las mismas que hace 27 años cuando en el folleto del Cauca se solicitaban la tierra y la necesidad de la misma para desarrollar una vida digna, hoy años después Colombia sigue ignorando estas problemáticas, los y las jóvenes ya no están en disposición de colaborar y 10.000 familias siguen intentando sobrevivir con menos de un salario mínimo legal vigente.