sábado, 15 de noviembre de 2008

Fiscalía y Águilas Negras, unidas contra la Universidad pública


Los “entes de seguridad” del estado buscan donde no deberían a los terroristas que amenazan la democracia colombiana.

El gobierno trata hoy de confundir a la opinión pública desviando la búsqueda de los problemas del país hacia las universidades públicas, centros de debate académico que se oponen a la ignorancia, el silencio y la inacción que tanto le conviene al gobierno de parte del pueblo. Nos pretende señalar de subversivos ilegales, de terroristas, en lugar de indagar al interior del DAS, la Fiscalía, la bancada uribista en el Congreso, el INCO o el INVÍAS, donde las investigaciones han demostrado con contundencia la presencia y acción paramilitar en casos como el de Jorge Noguera, Luis Carlos Ordosgoitia, Guillermo Valencia Cossio, o las decenas de senadores uribistas presos por paramilitarismo. Todos estos casos, vinculan a amigos y aliados de Uribe, quien los defendió ferozmente hasta que la mentira fue insostenible ante los medios nacionales.
La sabiduría popular diría que se trata de un gobierno que “busca la paja en el ojo ajeno”.

Sin pruebas y sin autoridad moral, el gobierno dirige su aparato acusador contra la universidad pública. La solicitud de las bases de datos por parte del fiscal Piedrahita, acción tan cuestionada desde varios sectores, se convierte en uno más de los pasos de la estrategia de estigmatización con que buscan poner a la opinión pública en nuestra contra. Pero esta guerra sucia, no la cumplen solamente los entes “legales” del estado. El brazo “ilegal” de éste, en una milimétrica coreografía preparada con la fiscalía, dio otro de los pasos el día jueves 13 de noviembre. A la decanatura de la facultad de Derecho de la Universidad Nacional sede Bogotá, llegó una carta firmada por las “Águilas Negras” donde amenazan de muerte a decenas de estudiantes y profesores de la universidad señalándolos de subversivos.

La carta pretende además la imposición de un “toque de queda” entre las 6:00 p.m. y las 6:00 a.m. concibiendo el campus como un campo de batalla (o “Teatro de Operaciones” como bien lo denominaría Uribe) donde la movilidad queda restringida a la comunidad universitaria, tratando de amedrentar y silenciar el ambiente deliberante que siempre la ha caracterizado.

La actitud que hemos de tomar como estudiantes, es la de manifestarnos en contra de estas amenazas, la de denunciar permanente estas situaciones, la de continuar expresando nuestra verdad al país como lo hemos venido haciendo hasta ahora. No nos vamos a callar por más montajes judiciales, amenazas y señalamientos públicos nos haga el gobierno y sus aliados. No vamos a abandonar el debate y la discusión, porque ello sería dejar a la universidad pública a la deriva, como desea el uribismo para poderla acomodar a sus modelo mercantilista de “educación para quien la paga”.

Porque pensar diferente no es terrorismo, no le tememos a las cobardes amenazas de las Águilas Uribistas, ni a los señalamientos de una fiscalía infiltrada de paras y mafiosos, ni a un gobierno que a falta de argumentos, prefiere la guerra sucia contra el estudiantado colombiano.

La universidad es de todos, y la defenderemos para bien de todos, todos los días HASTA DESPUÉS DE LAS 6:00 DE LA TARDE.


Lea la noticia de las amenazas en: http://www.elespectador.com/impreso/bogota/articuloimpreso90438-amenazas-un

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