martes, 28 de octubre de 2008

Ni Un Dia Mas


NI UN DÍA MÁS

Para esa época, la situación nacional estaba muy complicada. Organizaciones, sindicatos y movimientos estaban siendo señalados con acusaciones graves e irresponsables, además de la infiltración de fuerzas armadas en los claustros universitarios entre otras instituciones, por aquellos que veían sus intereses perjudicados por una amenaza creciente, pues el trabajo por dichas organizaciones era fuerte y estaba visibilizando problemas de ámbito nacional, que eran tapados con un dedo por aquellos que tenían el poder, con shows y con noticias de la farándula y los chismes de moda. Los días y las noches pasaban con notas mal intencionadas que eran creídas por parte de la población.

Pese que académicos, políticos, sindicalistas, apoyaban las iniciativas de estos jóvenes, que pretendían y desarrollaban un proyecto tan grande y especial como la construcción de caminos de unidad, porque un país diferente era posible. Los directamente afectados por estas noticias, eran callados y censurados al tratar de desmentir y negar lo dicho, y al querer dar a conocer los procesos que contra ellos se estaban llevando. Amenazas, señalamientos y persecuciones se convirtieron en el pan de cada día. Y aunque muchos asustados decidieron alejarse de los movimientos, muchos otros siguieron, con mucho más fervor y coraje, en su labor de mostrar la verdadera situación nacional, de ellos y de las instituciones que dirigen al país, era necesario visibilizar muchos problemas y procesos de su sociedad.

Todo esto, condujo a que las amenazas y el señalamiento aumentaran, y no solo se mentía y engañaba sobre el movimiento estudiantil, sino que las acusaciones ya llevaban nombres propios de las organizaciones y las personas. Medidas
de seguridad fueron tomadas y aceptadas, aunque con disgusto por algunos compañeros y amigos, ahora llamados “guerrilleros”, de la forma más despectiva y manipuladora como en todas partes era utilizado este y otros términos por los medios de comunicación.

A una de estas organizaciones pertenecía una joven que comprometida por las circunstancias. Promovía, compartía y desarrollaba proyectos con sus compañeros, pero tenía un pasatiempo diferente al resto. No dedicaba todas sus tardes en discusiones para arreglar el país, de vez en cuando buscaba y jugaba a seguir pistas, aprendía a interpretarlas y a manejarlas a su favor.

Los días pasaban, las noticias no cesaban y las persecuciones aumentaban. Entre chiste y chanza sus compañeros y amigos bromeaban por todo lo que ella hacía, y como ella tendría que ir a buscarlos si todo continuaba así. Y aunque lo sabía, una parte de si se negaba a pensar posibles estos comentarios.

La tensión crecía y el trabajo no paraba. Sin embargo, una noche algo pasaría y cambiaría el curso de esta historia. Una lista con nombres y referencias exactas de líderes estudiantiles, había sido utilizada y muchos habían caído. A esta joven le correspondió ir a buscarlos, siguiendo las pistas que ya sabía manejar. Debía identificar a sus compañeros, así como las causas y formas en las que se habían desarrollado los hechos y con eso denunciar lo sucedido, sin mucho éxito, pues también ella caería, pues sabía demasiado…

Este terrible sueño despertaría a Camila, que sin poder volver a dormir recordó que su abuelo le había contado una historia similar de otro país, claro está.

Compañeros, hacemos el llamado a visibilizar lo que está sucediendo, no podemos quedarnos callados. No es sólo la estigmatización del movimiento estudiantil, son los procesos y proyectos que quieren implantar: reformas académicas y de bienestar, esquemas de seguridad y la comercialización de la educación promovida por un sistema que necesita que todos seamos iguales y reproduzcamos modelos y cumplamos órdenes.

C. C. S.


No hay comentarios: