1, 2, 3... Wasserman otra vez???

A propósito de la previsible designación de rector, consideramos necesario reflexionar sobre la gran crisis que atraviesa la universidad pública, que desde lo financiero, hasta lo organizativo amenazan con terminar con el sueño de la construcción de una sociedad desde y para el pueblo. Con el fin último de integrar y generar bajo premisas de autonomía y sobre todo democracia participativa, un país con un real sentido de lo publico, en donde la historia de desigualdad y exclusión no se repita en sucesivas generaciones; se deben tener como banderas la autonomía, la democracia, la libertad de cátedra y la financiación. La comunidad universitaria es la responsable de construir las políticas a implementar en la universidad, pues reconocemos las necesidades de nuestros semejantes, vemos mas allá del interés económico y concebimos la participación como el único camino en la formación de ciudadanos con criterio; por esto, la universidad no puede verse sesgada por los intereses del ministerio de educación, del presidente y las directivas de turno, las decisiones deben generarse en la cátedra, la investigación y la democracia.